INVESTIGADORES
PAGLIONE Horacio A.
congresos y reuniones científicas
Título:
“El mayo argentino”
Autor/es:
HORACIO TARCUS (SEUDÓNIMO HORACIO PAGLIONE)
Lugar:
Rosario, Argentina
Reunión:
Jornada; IIIas Jornadas de Historia Reciente; 2008
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Rosario
Resumen:
El Mayo francés no tiene una presencia visible en el Mayo argentino, el Cordobazo. Nicolás Casullo lo señaló tajantemente: "París del 68 nunca fue pancarta, cartel, eslogan o estribillo estudiantil, barrial, gremial de las corrientes, armadas o no, insurreccionales o guerrilleras, ni aquí ni en América latina, como lo fueron Cuba, Vietnam, Argelia". Para la recepción argentina del Mayo francés la cultura política peronista constituyó una barrera difícil de sortear. Lo percibió sobre todo como una gesta estudiantil tendiendo a difuminar la participación obrera, tomas de fábricas, la huelga. El nacionalismo peronista, antinorteamericano, simpatizaba con el gaullismo, al punto que el general Perón, desde su exilio en Madrid, se había declarado admirador del francés. De Gaulle había visitado la Argentina en 1964 y el sindicalismo peronista, acatando instrucciones de su líder de que lo acogieran como si regresara él mismo, lo recibió con volantes y cánticos: " Perón-De Gaulle, un solo corazón " o " Perón-De Gaulle, Tercera Posición ". El peronismo combativo no fue más receptivo. En las corrientes agrupadas en la CGT de los Argentinos las relaciones entre trabajadores peronistas y estudiantes comenzaron a hacerse más fluidas, pero en su periódico, CGT, que dirigió Rodolfo Walsh, aunque narra cada lucha contra la dictadura, no registra el Mayo francés. El Mayo francés tampoco cuadraba con la perspectiva del Partido Comunista argentino. Aunque entre sus bases juveniles despertó expectativas, su prensa evitó al máximo el tema. Si bien el maoísmo le dio una acogida mayor en su prensa, la asimilación tampoco era sencilla. Como señalara Beatriz Sarlo, entonces una intelectual maoísta: "En mayo de 1968, (...) creí que los estudiantes franceses ensayaban un acto insurreccional que sólo se cumpliría definitivamente en América. (...) La verdadera, definitiva, lucha revolucionaria. (...) La idea de que había reservas insurreccionales en los más grandes países capitalistas (...), chocaba sin que yo tuviera demasiada conciencia teórica, con otra idea: la de que la revolución iba a avanzar de la periferia hacia el centro, traída por los condenados de la tierra, como Franz Fanon llamaba a los campesinos". El principal partido trotskista local, Partido Revolucionario de los Trabajadores fue el más receptivo, pero en tanto participaba, como el peronismo revolucionario y el comunismo, del imaginario de la revolución proletaria, también tendió a ver a Mayo de 1968 sobre todo como una huelga general del proletariado francés y al estudiantado como un catalizador de la lucha obrera. La dimensión contracultural del 68 que despreciaban peronistas y comunistas era imposible de percibir desde el prisma obrerista. El Mayo francés, pues, no aparece como bandera en las luchas argentinas, como Cuba, Vietnam o Argelia. Sin embargo, entre 1968 y 1973 se editan en nuestro país una quincena de libros y fascículos sobre las jornadas de Mayo y el "poder estudiantil", llevadas a cabo por editores independientes. Las ideas de ese Mayo se extendieron entre los intelectuales de la nueva izquierda, artistas politizados y estudiantes por mediación de los editores, traductores, divulgadores. Palabras clave MAYO FRANCÉS, CORDOBAZO, CONTRACULTURA, MOVIMIENTO OBRERO, MOVIMIENTO ESTUDIANTIL