INVESTIGADORES
PAGLIONE Horacio A.
congresos y reuniones científicas
Título:
“Los primeros lectores de Marx en la Argentina y América Latina. Un estudio de recepción”
Autor/es:
HORACIO TARCUS (SEUDÓNIMO HORACIO PAGLIONE)
Lugar:
Universidad de Santiago de Chile
Reunión:
Otro; “XIV Seminario Internacional en Ciencias Sociales y Humanidades: “Dos siglos de historia independiente. América Latina y el Caribe en sus relaciones con Europa y África. Balance y propuestas para el siglo XXI”; 2008
Institución organizadora:
Universidad de Santiago de Chile
Resumen:
Este texto corresponde a la conferencia en que expuse el marco conceptual y las principales hipótesis que articulan mi libro de reciente aparición Marx en la Argentina: sus primeros lectores obreros, intelectuales y científicos. Dicha obra puede ser leída en varios planos: la historia y la memoria de los oprimidos; las vicisitudes de la historia del marxismo; los problemas de su recepción argentina y latinoamericana; la problemática relación entre teoría y doctrina, la relación (in)tensa entre intelectuales y política; y, finalmente, el universo de los libros, las editoriales y las lecturas En un plano inmediato, aspira a ser una obra de historia intelectual erudita, un relato exhaustivo del curso de las ideas socialistas en la Argentina entre 1871 y 1910. En otro plano, puede ser leída como un “estudio de caso” del proceso de difusión mundial del marxismo entre fines del siglo XIX y principios del XX, que parte de la tensión entre lo que la teoría de Marx “gana” y al mismo tiempo “pierde” cuando es asumida como doctrina por un movimiento internacional de masas. En un tercer plano, se trata de una investigación sobre la lectura y sus “usos”, sobre el carácter activo y creativo de quienes buscan “importar”, “adoptar” ciertas ideas provenientes de otro contexto para hacerlas propias, ya sea traduciéndolas, citándolas, publicándolas, prologándolas, anotándolas, profesándolas... Es un estudio sobre la lectura y sus medios: libros, folletos, periódicos, revistas; sobre la lectura y sus ámbitos: las bibliotecas obreras, los centros de estudio, las librerías populares...; sobre la lectura y sus sujetos: traductores, editores, profesores, investigadores, divulgadores... que son, todos ellos, también y sobre todo, lectores. En un cuarto plano, es un estudio de recepción, una investigación sobre los modos, los canales y los agentes a través de los cuales ha ingresado el pensamiento de Marx en la Argentina, al mismo tiempo que una reflexión más general sobre los procesos de recepción de ideas, de sus alcances y límites. En las antípodas de aquella perspectiva que entiende que hay un “verdadero Marx” al que basta leer correctamente, el punto de partida de esta investigación ha sido la recepción como problema. Lejos de suponer al marxismo como una teoría universal disponible para su uso adecuado y que sólo se trata de “aplicar correctamente” a la realidad local, me interesa aquel malentendido estructural inherente a todo proceso de “adopción” de ideas en un contexto heterónomo al contexto de su producción. La pregunta que guió esta investigación no fue, pues, ¿quién leyó “correctamente” a Marx en la Argentina de fin de siglo XIX y principios del XX?, sino otra, si se quiere previa: ¿era posible leer El Capital en la Argentina de las décadas anteriores al Centenario? No sólo en el sentido lato de si se hallaban ejemplares disponibles de esta obra —cuestión nada menor, desde luego—, sino, sobre todo, en el sentido de si existían lectores individuales o sujetos sociales que pudieran decir o hacer algo productivo con él. Sabemos que leer El Capital no fue, a pesar de las manifiestas esperanzas de su autor, una tarea sencilla, siquiera en Europa Occidental. Desde entonces hasta hoy, la historia de El Capital es la historia de ciento cincuenta años de querellas en torno a sus interpretaciones. ¿Qué significaba, entonces, leer El Capital en el país de las vacas y las mieses, tan lejos del maquinismo, la gran industria y la clase obrera moderna? Y en todo caso: ¿por qué leerlo?, ¿para quiénes?, ¿contra quiénes? Y aún más: ¿por qué traducirlo y editarlo? ¿cómo difundirlo, cómo enseñarlo, cómo divulgarlo, cómo resumirlo? Es más: ¿leerlo en sintonía con qué otras obras de su época: Darwin, Comte, Spencer, Hæckel? ¿O en compañía de Saint-Simon, Fourier y Lassalle? ¿O incluso en la de Nietzsche? ¿Como una obra científica sobre las leyes que rigen el modo de producción capitalista o como una condena ética del Capital como maquinaria que se alimenta de trabajo humano vivo? Y, desde luego: ¿cómo referirlo —“aplicarlo”— a la realidad argentina? ¿Debían los socialistas argentinos entender el texto de Marx en el sentido de que la expansión mundial del capitalismo era progresiva y por lo tanto debían alentarla en el propio país, o bien debían resistirla con barreras proteccionistas? ¿Podía también nuestro país, como parecía sugerir el texto de Marx, ver reflejado su propio porvenir en el espejo de los países industrialmente desarrollados? ¿Hablaban de nuestra situación los tramos de El Capital referidos a la “acumulación originaria” y a la “moderna teoría de la colonización”? La obra que estamos discutiendo aquí intenta, pues, configurar un mapa de las respuestas que a estas preguntas ensayaron obreros, intelectuales y científicos en la Argentina de 1871-1910. Palabras clave MARX, MARXISMO, CLASE OBRERA, INTELECTUALES, CIENCIAS SOCIALES